Quiénes somos

GPO Plantillas

ORTOPÉDICAS

Asesores podólogos

Contamos con especialistas en estudio, tratamiento y diagnóstico cualificados en problemas que afectan la postura, caminar o la prevención de los mismos.

Nuestros podólogos cuentan con experiencia para realizar prescripciones que requieren poder realizar una evaluación detallada de la disfunción biomecánica del pie y analizar el efecto sobre la marcha.

Fabricantes de plantillas

GPO Plantillas Ortopédicas fabricamos una gama de dispositivos hechos a la medida, creados según prescripción clínica.

Nos esforzamos por ofrecer el más alto nivel de soporte técnico a nuestros clientes. Suministramos órtesis a una amplia gama de clínicas de Adultos y Pediátricas, donde tenemos experiencia en atender los requerimientos de los casos más complejos.

Materiales para plantillas

Somos distribuidores mayoristas de materiales y accesorios para la maquila y fabricación de plantillas y soportes ortopédicos.

Contamos con distribución al mayoreo en toda la República Mexicana, no dude en contactarnos para solicitar su cotización.

Soluciones en salud del pie

GPO Plantillas Ortopédicas, en nuestra división de podología, ofrecemos productos específicos y a la medida para resolver problemas patológicos y de prevención que puedan ser originados por tus pies, así sean para niños o adultos.

Pie Plano

Es un cambio en la forma del pie en el cual este no tiene un arco normal al estar parado.

El pie plano es una afección común. Es normal en bebés y niños pequeños. 

Se tienen pies planos debido a que los tejidos que sostienen las articulaciones en el pie (llamadas tendones) están flojos.

Pie en Valgo y Pie en Varo

El pie valgo se caracteriza por meter el pie hacia dentro al caminar y el pie varo es el que pisa excesivamente con el borde externo de la planta del pie.

Tras detectarse uno de estos problemas, se prescribe al paciente unas plantillas personalizadas para mejorar los movimientos aumentados de cada pie, este diagnóstico y tratamiento es muy recomendable llevarlo a cabo en la infancia.

Pie Cavo

El pie cavo, al contrario que el pie plano, es aquel en que la bóveda o arco plantar es más arqueado de lo normal.

Este tipo de pies concentran su apoyo en la zona del talón y del metatarso (debajo de los dedos) y no realizan el apoyo que deberían por la parte media y externa del pie.

Hallux Valgus

El hallux valgus o juanete es una deformidad del dedo gordo del pie, que se desvía hacia el resto de los dedos, llegando a superponerse al segundo dedo y causando la aparición de una protuberancia en el borde externo del dedo.

Los principales síntomas son la deformidad de los huesos, el dolor y la rigidez.

Tendinitis

La tendinitis es la inflamación de un tendón, la estructura fibrosa que une el músculo con el hueso. Generalmente, se producen por sobreuso de los tendones. La tendinitis puede afectar a cualquier tendón del cuerpo.

Con frecuencia se convierte en una patología crónica que tiene una alta tasa de reincidencia y que provoca dolor y aumento de sensibilidad alrededor de las articulaciones.

Camina saludable, corre sin riesgos

Nuestras plantillas ortopédicas son diseñadas y fabricadas con materiales de última tecnología y de calidad premium. Nuestros productos se adaptarán a tu estilo y exigencia de vida.

Fabricamos plantillas ortopédicas

Fabricamos muchos tipos de plantillas ortopédicas y de técnicas de fabricación. En función del tipo de patología, utilizamos unos dispositivos u otros, aunque básicamente pueden clasificarse en plantillas rígidas con un forro blando superior, o plantillas fabricadas enteramente con materiales blandos o flexibles.
 
Las plantillas ejercen su acción terapéutica usando dos principios fundamentales: redistribución de la presión y cambio en la orientación del pie en las diferentes fases de la marcha.

Manufactura

Una plantilla ortopédica bien hecha debe comenzar con una cantidad neutral de contorno y soporte.  El uso de esta metodología generalmente requiere algunas visitas a nuestros podólogos para seguimiento y ajustes. Adoptamos un enfoque incremental para los ajustes porque contamos con el equipo, el tiempo, los materiales y el conocimiento para realizar estos cambios continuos.
Materiales con certificación ISO 9001
ThermoEva, Eva, Noralite, PElite
100%

Nuestra política de fabricación

Las plantillas ortopédicas son solo una parte de la solución y deben funcionar al unísono con su calzado.  Cuando se habla de plantillas personalizadas con nuestros pacientes, el tipo de calzado que usa es extremadamente importante.  El calzado para hombres es bastante simple, ya que la mayoría de los zapatos para hombres tienen aproximadamente la misma profundidad en el interior, por lo que al hacer una plantilla personalizada, el grosor debe mantenerse alrededor de los 5mm.  El calzado de mujer, por otro lado, varía en profundidad y, por lo tanto, requiere el grosor adecuado de los materiales para adaptarse a los zapatos que usa regularmente. Una plantilla funcional tiene dos objetivos:

  1. Es un inserto que puedes mover de un zapato a otro
  2. Una solución médica que soluciona tu problema.  


En  GPO Plantillas Ortopédicas, identificamos qué tipo de zapatos usas y cómo es un día típico para ti; aprendemos de ti y ponemos atención, comenzando con el concepto general de crear una distribución adecuada del peso, la selección del material es importante al determinar cómo se sentirá una plantilla en tu calzado. Sabemos que no hay un par de pies iguales y que las personas tienen diferentes estructuras óseas y circunstancias de vida, acércate a nuestros especialistas podólogos para calcularte la plantilla perfecta para ti.

Materiales para plantillas ortopédicas

Hacemos llegar a los profesionales de la podología, ortopedia y fisioterapia en todo México la mejor tecnología, materiales y servicio para conseguir mejorar su día a día y que logren la excelencia en el tratamiento de sus pacientes.

GPO Plantillas Ortopédicas somos un grupo de profesionales con gran experiencia en el sector, nos apasiona ofrecer un servicio integral para los profesionales que deciden creer en nosotros y nuestros productos. Nuestra misión como empresa es ofrecerte lo mejor, productos de calidad premium, soporte técnico personalizado y el mejor servicio post-venta.

Somos una compañía eficiente y actualizada que trabaja a diario para mejorar los procesos de calidad del servicio que prestamos y para adaptarnos al mercado y cubrir sus necesidades emergentes, nuestra misión es facilitar la labor de los profesionales y en definitiva el bienestar de sus pacientes. contáctanos y compruébalo.

En que podemos servirte

Puedes enviarnos un mensaje de cualquier asunto relacionado con nuestra compañía, procura dejarnos tu teléfono para contactarte y darte la atención que mereces.

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Pie plano

Es un cambio en la forma del pie en el cual este no tiene un arco normal al estar parado.

Causas

El pie plano es una afección común. Es normal en bebés y niños pequeños.

Se tienen pies planos debido a que los tejidos que sostienen las articulaciones en el pie (llamadas tendones) están flojos.

A medida que los niños crecen, los tejidos se tensan y forman un arco, lo cual tiene lugar cuando el niño tiene 2 o 3 años de edad. La mayoría de las personas tiene arcos normales cuando son adultas. Sin embargo, es posible que en algunas personas este arco nunca se forme.

Algunas afecciones hereditarias pueden causar tendones flojos.

  • El síndrome de Ehlers-Danlos
  • El síndrome de Marfan

Las personas que nacen con estas afecciones pueden tener pie plano.

El envejecimiento, las lesiones o una enfermedad pueden causar daño a los tendones y provocar que se desarrolle pie plano en una persona a quien ya se le han formado los arcos. Se puede tener en un solo pie.

En pocas ocasiones, los pies planos dolorosos en los niños pueden ser causados por una afección en la cual dos o más de los huesos en el pie crecen unidos o se fusionan. Esta afección se denomina coalición tarsiana.

Síntomas

La mayoría de los pies planos no causa dolor ni otros problemas.

Los niños no siempre tienen dolor en el pie, el tobillo o la parte inferior de la pierna. Ellos deben ser evaluados por un proveedor de atención médica si esto ocurre.

Los síntomas en los adultos pueden incluir pies arqueados o cansados después de períodos prolongados estando de pie o practicando deportes. Usted también puede tener dolor en el exterior del tobillo.

Pruebas y exámenes

En personas con pies planos, el empeine del pie hace contacto con el suelo al pararse.

Para diagnosticar el problema, el especialista le pedirá que se pare en los dedos de los pies. Si se forma un arco, el pie plano se llama flexible. No se necesitan más exámenes ni tratamiento.

Si no se forma el arco mientras está parado en los dedos del pie (llamado pie plano rígido) o si hay dolor, se pueden necesitar otros exámenes, incluso:

  • Tomografía computarizada (TC) para examinar los huesos en el pie.
  • Resonancia magnética para examinar los tendones en el pie.
  • Radiografía del pie en busca de artritis

Tratamiento

Los pies planos en un niño no necesitan tratamiento si no están causando dolor o problemas para caminar.

  • Los pies de su hijo crecerán y se desarrollarán lo mismo, ya sea que se usen zapatos especiales, plantillas para zapato, taloneras ortopédicas o cuñas.
  • Su hijo puede caminar descalzo, correr o saltar o hacer alguna otra actividad sin empeorar los pies planos.

En niños mayores y adultos, los pies planos flexibles que no causan dolor ni problemas para caminar no necesitan tratamiento posterior.

Si usted tiene dolor debido a los pies planos flexibles, le ayudará un soporte de arco (plantilla ortopédica) que se pone en el zapato. Esto se lo diagnosticamos en GPO Plantillas Ortopédicas a través de uno de nuestros podólogos asociados.

Los pies planos, rígidos o dolorosos requieren de la evaluación por parte de un podólogo especializado. El tratamiento depende de la causa del pie plano.

En caso de coalición tarsiana, el tratamiento comienza con reposo y posiblemente una férula de yeso. Si el dolor no mejora, puede ser necesaria la cirugía.

En casos más graves, se puede necesitar una cirugía para:

  • Limpiar o reparar el tendón
  • Traslado de un tendón para restaurar el arco
  • Fusionar algunas de las articulaciones del pie en una posición corregida

 

Los pies planos en adultos mayores se pueden tratar con analgésicos, plantillas ortopédicas y algunas veces cirugía.

Expectativas (pronóstico)

La mayoría de los casos de pie plano son indoloros y no causan ningún problema. No necesitarán tratamiento.

Algunas causas de pies planos dolorosos se pueden tratar sin cirugía. Si otros tratamientos no funcionan, la cirugía puede ser necesaria para aliviar el dolor en algunos casos. Algunas afecciones como la coalición tarsiana pueden necesitar cirugía para corregir la deformidad, para que el pie permanezca flexible.

La cirugía a menudo mejora el dolor y la funcionalidad del pie para las personas que la necesiten.

 

Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con GPO Plantillas Ortopédicas si experimenta dolor persistente en los pies o si su hijo se queja de dolor de pie o dolor en la parte baja de la pierna.

 

Pie valgo

Cuando nuestro talón presenta una desviación lateral hacia la parte interna del pie, es probable que suframos el llamado pie valgo, una afección del pie que también puede ir asociada al pie plano, y que constituye una de las principales causas de lesiones y sobrecargas en otras partes del cuerpo.

El pie valgo se caracteriza por meter el pie hacia dentro cuando caminamos, a diferencia del llamado pie varo, que tiende a apoyar la zona lateral externa del pie. El pie valgo es uno de los mayores riesgos de desestructuración de otros mecanismos del cuerpo, y que pueden provocar la aparición de otras afecciones como la fascitis plantar, juanetes o artrosis de rodilla.

También es habitual que el pie valgo genere otras patologías como dolor en los talones de los pies, metatarsalgia, dedos en garra, uña encarnada, etc. que se ven potenciadas por el uso de un calzado inapropiado.

¿Cuándo aparece el pie valgo? 

Existen casos de pie valgo infantil, una patología que se presenta de manera fisiológica en niños de entre 4 y 6 años. En estos casos, sus talones sufren una desviación, el arco plantar es casi plano y la morfología de su pisada no es la correcta, provocando cierta torpeza e inestabilidad a la hora de caminar o correr.

Síntomas

El dolor de pies no es el primer síntoma que evidencia un pie valgo, por lo que en algunos casos puede ser difícil de diagnosticar si la persona que lo sufre no identifica la deformidad o los posibles desajustes que esta puede provocar en otras partes del cuerpo. Los principales síntomas del pie valgo son:

  • Normalmente, la persona con pie valgo tiene más desgastado su calzado por el lado interno del pie, pues su manera de pisar es pronadora, es decir, que se dirige hacia la parte interna del talón.
  • El pie valgo provoca una sobrecarga en los pies, pudiendo derivar en otras afecciones como juanetes, dedos en garra, etc. que sí se hacen más evidentes para el paciente por el dolor de pies que provocan.
  • Pies cansados y fatiga a la hora de caminar.
  • Si la persona con pie valgo está sentada, la forma de su arco plantar parece normal; sin embargo, al ponerse de pie, este se aplana y adquiere la apariencia de pie plano.
  • Dolor de rodillas, tobillos, cadera o espalda, especialmente si la persona con pie valgo es deportista.

 

Esta sintomatología debería indicar al paciente que algo no funciona correctamente en sus pies y que, por tanto, debería acudir lo antes posible a un podólogo profesional para que este le realice un completo estudio de la pisada y pueda diagnosticar la presencia de pie valgo.

Tratamiento

Ante la presencia de un pie valgo, uno de los tratamientos que resulta más efectivo es el uso de plantillas ortopédicas, hechas a la medida de cada persona y adaptadas a su estilo de vida y a las características de sus pies. De hecho, se ha demostrado que el uso de plantillas personalizadas resuelve hasta el 90% de los casos.

Nuestros podólogos comprobarán si el arco interno del pie tiene un arco normal o si tu pisada tiende a meterse hacia la parte interna del pie. En este caso, confirmará el diagnóstico de pie valgo y aplicará el mejor tratamiento mediante el uso de plantillas personalizadas.

El uso de un zapato inapropiado puede agravar los síntomas del pie valgo, por lo que es fundamental seguir los consejos del podólogo sobre qué calzado es más adecuado, cómodo y adaptado a la morfología de cada pie y de cada pisada.

Pie varo

El pie varo o pie equino varo, describe una variedad de anomalías del pie que por lo general están presentes al momento del nacimiento (congénitas) en las que el pie del bebé presenta una forma o posición torcida. En el pie varo, los tejidos que conectan los músculos al hueso (tendones) son más cortos que lo habitual. El pie varo es un defecto congénito frecuente y por lo general es un problema aislado para un recién nacido saludable en los demás aspectos.

El pie varo puede ser leve o grave. Aproximadamente la mitad de los niños con pie varo lo tienen en ambos pies. Si tu hijo tiene pie varo, tendrá dificultades para caminar normalmente, por lo que en general los médicos recomiendan tratarlo poco después del nacimiento.

Comúnmente, el podólogo puede corregir con éxito el pie varo sin cirugía, aunque a veces los niños necesitan una cirugía de seguimiento más adelante.

Síntomas

Si tu hijo tiene pie varo, este es el aspecto que podría tener:

  • La parte superior del pie suele estar doblada hacia abajo y hacia adentro, lo que aumenta al arco y gira el talón hacia adentro.
  • Es posible que el pie esté tan torcido que de hecho se vea como si estuviera al revés.
  • La pierna o el pie afectado puede ser ligeramente más corto.
  • Los músculos de la pantorrilla en la pierna afectada generalmente están subdesarrollados.

 

A pesar de su aspecto, el pie zambo en sí no causa ninguna molestia o dolor.

Cuándo consultar al podólogo

Es muy probable que el especialista note el pie equino varo poco tiempo después de que el niño nazca, en función de la apariencia. El médico puede asesorarte en cuanto al tratamiento más adecuado o remitirte a un médico que se especializa en problemas de los huesos y músculos (ortopedista pediátrico).

Pie cavo

El pie cavo, que es aquel que presenta un arco plantar más alto de lo habitual, como resultado de este exceso de curvatura, la superficie de apoyo disminuye y al caminar el pie no entra en contacto con el suelo por la parte media y lateral externa, como sí debería hacer. En consecuencia, el pie cavo se apoya únicamente en dos únicos puntos y el peso corporal se carga en la zona anterior (antepié) y posterior (talón), en lugar de hacerlo también en la zona media y lateral del pie.

Síntomas

El exceso del arco plantar del pie cavo comporta una serie de síntomas:

  • Dolor en el antepié (metatarsalgia) y durezas plantares: el arqueamiento excesivo del arco plantar genera tensión en el antepié y, especialmente, en los huesos metatarsianos. También es muy frecuente que se produzcan durezas plantares e inflamación debajo de estos huesos, en la almohadilla plantar, por el exceso de presión que soporta esta zona
  • Dolor en el talón (talalgia) y enfermedad de Haglund: como consecuencia del pie arqueado, el hueso calcáneo del talón adquiere una mala posición, hecho que en ocasiones conduce a un aumento de tensión en esta zona e irrita la bolsa que rodea el talón de Aquiles
  • Dolor en la planta, el dorso y los dedos del pie: un pie cavo suele generar mucha tensión sobre la región o fascia plantar, que se sobrecarga y puede producir dolor. También puede causar molestias en el dorso del pie y los dedos debido a su excesiva prominencia y al roce con los zapatos
  • Helomas (callos) en la parte superior de dos huesos metatarsianos (el que está situado debajo del primer dedo del pie y del quinto dedo o dedo pequeño) o tilomas (callosidades) en el dorso de los dedos
  • Dedos en garra (flexionados hacia dentro): a causa de la retracción muscular generada por el excesivo arco plantar, las falanges de los dedos pueden deformarse, provocando los llamados dedos en garra. Además, muchas personas con los pies cavos acostumbran a colocar los dedos en esta posición para compensar la sensación de inestabilidad producida por la altura de la bóveda plantar
  • Dolor generalizado, sensibilidad o calambres en los pies
  • Dolor en la musculatura plantar: en este tipo de pies se produce una retracción de la musculatura por el exceso de bóveda plantar, pudiéndose generar microrroturas de las estructuras músculo-ligamentosas
  • Inestabilidad en pies y tobillos con el consiguiente riesgo de lesión: la falta de apoyo en la zona media y lateral del pie puede causar sensación de inestabilidad y provocar esguinces de tobillo o que vuelvan a producirse, si ya hemos sufrido alguno anteriormente
  • Dolor en las piernas, rodillas, caderas y/o espalda: al sobrecargar la parte delantera y trasera del pie en lugar de repartir el peso corporal entre todas las zonas, pueden producirse múltiples patologías musculares, tendinosas y articulares en las piernas e incluso en la espalda
  • Mayor probabilidad de desarrollar algún problema relacionado con la movilidad del pie: esta deformidad en el arco plantar puede alterar la función articular del pie a nivel del tarso (huesos centrales del pie), causar artrosis de tobillo a la larga o tendinitis en los tendones peroneos, los tendones externos del tobillo que controlan la posición del pie al caminar

Causas del pie cavo

Habitualmente las causas de esta patología podal suelen ser congénitas, de tipo neurológico y muscular, ya que se asocian a problemas en el desarrollo del sistema neuro-musculo-esquelético; estos problemas pueden presentarse de forma aislada o juntamente con otras enfermedades sistémicas (es decir, que afectan a todo el organismo).

El pie cavo también puede aparecer a lo largo del tiempo (causa adquirida) o, en ocasiones, puede desconocerse el origen (es decir, tener una causa idiopática, cuando no se logra definir el origen de la deformación).

Tratamiento

Para tratar los pies cavos, existen varias soluciones en función de la sintomatología que presentemos:

  • Callosidades: podemos usar un protector tubular si están en la parte superior del dedo o entre los dedos, o bien ratoncitos subdigitales si las tenemos en la parte superior de los dedos en garra o martillo
  • Metatarsalgia: lo más recomendable para aliviar el dolor será usar una almohadilla plantar en los zapatos, que nos ayudará a distribuir las presiones y a descargar la zona
  • Talalgia y fascitis plantar: si usamos taloneras disminuiremos la tensión que causa la fascitis plantar y aliviaremos las molestias en el talón
  • Realización de ejercicios y estiramientos de la musculatura del pie y de la pierna para aliviar los problemas que provoca la retracción muscular en el pie y en las extremidades inferiores
  • También es muy importante llevar un calzado cómodo que permita la movilidad de los dedos en su interior y evitar el calzado que pronuncie aún más el arco plantar, como los zapatos de tacón en el caso de las mujeres.

 

En los casos más severos en los que el paciente no obtiene mejoría aplicando las medidas anteriores, puede ser necesario recurrir a la cirugía.

Prevención

En aquellos casos en que el pie cavo no se presente de forma congénita, podemos adoptar medidas preventivas para minimizar la aparición de esta deformidad con el uso de plantillas personalizadas. Estas soluciones reparten de forma homogénea la carga que recibe el pie y destensan la fascia plantar. Si se usan desde la infancia, pueden corregir que el exceso de arco plantar de un niño se agudice y la patología empeore.

Concluyendo, en este artículo hemos analizado en qué consiste el pie cavo, las causas por las qué se produce y las soluciones existentes para mitigar las molestias. El pie cavo es aquél con un exceso de curvatura plantar, hecho que genera una disminución del apoyo de la planta y el lateral del pie y sobrecarga la parte delantera (antepié) y trasera (talón), causando metatarsalgia y talalgia, además de otras patologías podales como fascitis plantar, callosidades en varias partes de los dedos del pie y dedos en garra. Además de patologías podales, el pie cavo también puede causar problemas en las piernas y la espalda, de forma que es esencial adoptar medidas preventivas para intentar evitar que aparezca o tratarlo si ya lo tenemos.

Hallux Valgus

El hallux valgus o juanete es una deformidad del dedo gordo del pie, que se desvía hacia el resto de los dedos, llegando a superponerse al segundo dedo y causando la aparición de una protuberancia en el borde externo del dedo.

¿Qué síntomas presenta?

El pie con hallux valgus se inflama y presenta dolor en la zona de la unión del dedo con el resto del pie, que suele empeorar al caminar y a medida que la protuberancia evoluciona. En la base del dedo gordo crece más hueso de lo habitual, además de la aparición de un saco lleno de líquido.

Además, otros síntomas son piel callosa y enrojecida a lo largo del borde interno en la base del dedo gordo, protuberancia ósea en la primera articulación del mismo dedo, con reducción del movimiento en el sitio del dedo, dolor en la articulación que se agrava con la presión de los zapatos y dificultad en la utilización de calzado regular, rotación del dedo en dirección al resto de dedos y que puede sobreponerse sobre el segundo con la consecuente aparición de callos.

Causas del juanete o por qué se produce

Las causas de la aparición de juanetes son factores hereditarios, reumatismos inflamatorios, alteraciones del pie o el uso de calzado inadecuado. En el primer caso, las personas que de forma congénita padecen alguna patología de afección a los huesos son más propensos a sufrir el hallux valgus. El uso de calzado de punta estrecha y tacón alto también puede propiciar su aparición.

¿Se puede prevenir?

Para prevenir la aparición de juanetes es fundamental estar atentos al desarrollo de nuestros pies. Cuando existan callos o durezas en la parte interna del dedo gordo del pie y su deformación en la parte externa es aconsejable tomar algún tipo de medida para evitar su empeoramiento. Aun así, lo que el especialista en Traumatología puede recomendar es la utilización de zapatos flexibles, sin demasiado tacón, a ser posible de piel, que se adapte bien al pie, sin tener la punta muy estrecha y con el interior acolchado. En caso de tener ya una pequeña presencia de dolor en el momento de hacer algún tipo de ejercicio intenso se debe evitar su realización.

¿En qué consiste el tratamiento?

El hallux valgus se puede tratar con la administración de medicamentos antiinflamatorios y analgésicos, ejercicios y masajes fisioterapéuticos, aplicación local de calor o frío o incluso la utilización de almohadillas en la zona del juanete. Se recomienda el uso de calzado ancho con espacio suficiente para que no se opriman los dedos, la utilización de plantillas de fieltro o gomaespuma en el pie para proteger el juanete o los llamados espaciadores interdigitales para separar el primer dedo del segundo.

También se puede realizar un agujero en aquellos zapatos viejos y cómodos para utilizarlos por casa. La operación, llamada bunionectomía, sólo está indicada en casos graves en los que exista una alta dificultad para caminar. En ella se consigue realinear el dedo y remover la protuberancia ósea.

Tendinitis

Causas

El principal motivo por el que surge la tendinitis es como consecuencia de una sobrecarga muscular o por una lesión. Sin embargo, también puede producirse debido al desarrollo de otra patología o por la edad, ya que con el envejecimiento los tendones van perdiendo elasticidad y se puede producir su degeneración.

Además del pie, la tendinitis se puede producir en cualquier tendón del cuerpo. Entre las áreas más comunes se encuentran los hombros, los talones, los codos y las muñecas.

Generalmente, se producen en adultos jóvenes como consecuencia de un esfuerzo repetitivo (a menudo realizado en una mala postura) o por una sobrecarga en alguna zona del cuerpo. En los últimos años, su prevalencia ha aumentado debido a que se realizan más actividades deportivas de esfuerzo. Esto causa que algunos músculos se fortalezcan más que otros y los tendones se debiliten. Esta patología también es muy frecuente en determinados trabajos en los que se emplean movimientos repetitivos y de fuerza.

Entre las principales patologías que pueden causar esta afección destaca la diabetes de tipo 1 y 2 y la artritis reumatoide. “Otra enfermedad reumática inflamatoria que puede provocar tendinitis es la artritis psoriásica”.

La presión de algunos tipos de calzado puede agravar algunos tipos de tendinitis, como la aquílea.

Síntomas

Las principales manifestaciones de esta patología son:

  • Dolor y sensibilidad en la movilización del tendón. Estos síntomas se agudizan en las zonas cercanas a las articulaciones.
  • Intensificación e incremento del malestar y el dolor con el movimiento o la realización de alguna actividad.
  • Dolor durante la noche.

En las fases iniciales, la tenditinis solo molesta después de la actividad física. Cuando son de grado 2 también duelen durante el ejercicio; en el grado 3 molestan durante la práctica de deporte, pero no obligan a parar. Finalmente, se habla de grado 4 cuando incapacitan para hacer ejercicio.

“Además del dolor y la impotencia funcional, puede producirse inflamación, enrojecimiento o hipersensibilidad de la zona afectada”, explica Reina.

Prevención

No curar bien una tendinitis puede llevar a que se produzcan problemas a largo plazo. Si la inflamación se prolonga durante mucho tiempo, aumenta el riesgo de lesiones y de roturas del tendón.

Además, si no se sigue el tratamiento y las recomendaciones médicas, los síntomas pueden reaparecer.

Algunas de las recomendaciones de los especialistas para prevenir esta patología son:

  • En las actividades deportivas, es fundamental realizar un buen calentamiento antes de empezar.
  • Ejercitar todos los grupos musculares para mantener la flexibilidad y la fortaleza.
  • Mantener una buena hidratación.

Se destaca también la importancia de “los estiramientos al acabar de hacer ejercicio físico, mantener una adecuada higiene postural en el día a día, sobre todo en el trabajo. Y, principalmente, usar un calzado cómodo y, ante cualquier molestia, valorar cuáles pueden ser las causas y actuar en consecuencia”

Diagnóstico

El diagnóstico se hace mediante un examen físico en el que se localiza la zona afectada guiándose por el dolor, la hinchazón y el calor en la piel que recubre el área sensible. No son necesarias pruebas radiológicas, que solamente se realizan para descartar otras patologías.

Por ejemplo, “la tendinitis de los peroneos (en el pie) se diagnostica realizando una exploración física, valorando la estabilidad del tobillo y la movilidad del mismo y, en muchas ocasiones, solicitando una prueba de imagen, que puede ser una ecografía”.

Tratamientos

El tratamiento de la tendinitis pretende reducir y aliviar el dolor y la inflamación de la zona afectada. Para conseguirlo, la principal recomendación que ofrecen los especialistas es el reposo para relajar el tendón afectado y ayudarle a recuperarse. Si la tendinitis es grave, en algunas ocasiones el médico puede inmovilizar la zona para garantizar que el reposo se realiza. Además, también suelen aliviar los síntomas mediante la aplicación de frío (inmediatamente después de practicar ejercicio) o calor (48 horas después) en la zona afectada.

También se suele recomendar fisioterapia para fortalecer el área, garantizar que el tendón se recupere y prevenir futuras lesiones. Asimismo, en las fases iniciales de la lesión se recomienda la práctica de ejercicios excéntricos en los que, según explica el experto en medicina deportiva, “a la vez que se tensa el músculo, en lugar de acortarse el tendón, lo que se hace es alargarlo”.

Junto a la fisioterapia manual, puede resultar útil el empleo de microondas, ultrasonido u ondas de choque, según el tipo de lesión y a quien afecte.

Cuando el reposo, los medicamentos y la fisioterapia no funcionan, puede ser necesario pasar a terapias invasivas, entre las que se encuentran la electrolisis ecoguiada (que genera un proceso reparador mediante la aplicación de una corriente eléctrica dentro del tendón) y la infiltración en el tendón de plasma rico en plaquetas.

La cirugía no suele aplicarse en este tipo de patología, aunque en alguna ocasión es necesaria para retirar tejido inflamado o calcificado que comprime al tendón. “Entre un 2-3% de todas las tendinitis crónicas requiere, al final, algún tipo de cirugía; dependerá de la localización”, aclara Hernández, quien expone que el tratamiento quirúrgico es más sencillo y permite mejores resultados en localizaciones como el hombro, pero en la tendinitis rotuliana se pueden presentar más complicaciones.

Si el paciente sigue las recomendaciones de reposo y el tratamiento, los síntomas deberían mejorar en poco tiempo. En las situaciones en las que la tendinitis deriva de una sobrecarga, en algunas ocasiones los especialistas pueden recomendar al paciente que cambie algunos aspectos de su vida, como el calzado, que puede modificarse para que proteja, por ejemplo, el talón de Aquiles.